Oaxaca de Juárez, Oax.

Artículos de Opinión

Un reconocimiento al trabajo de muchas personas

‹ 15 / 04 / 2018 ›

Gustavo Meixueiro Nájera

Consejero Presidente del IEEPCO

Twitter: @gmeixueiro

La Unión Iberoamericana Municipalista (UIM) es una institución con más de 25 años de trayectoria, cuyo objetivo es el fortalecimiento de los gobiernos locales en la región. Si en algo pone énfasis, es en la importancia de trabajar desde este los gobiernos locales para cambiar la vida de las personas. Organismos como ONU Mujeres, la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), entre otros, trabajan con la UIM para llevar a cabo proyectos que apuestan por una agenda local. Algo relevante de esta institución es que considera que los gobiernos municipales tienen mucha información y experiencia que pueden compartir entre sí.

             Como parte del trabajo de la UIM, también está el reconocer buenas prácticas locales con enfoque de género para que sean difundidas y aplicadas en los 25 mil municipios iberoamericanos. Este año postulamos las acciones realizadas por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO) en la categoría de “democracia paritaria” y tenemos el honor de haber ganado el primer lugar. Este reconocimiento, me honra decirlo, no hubiera sido posible sin el compromiso de mis colegas consejeros y consejeras electorales con el fortalecimiento de la participación política de las mujeres en el estado, y especialmente, el trabajo y profesionalismo que la consejera Rita Bell López Vences ha puesto en el tema.

            En México, la participación de la mujer en la vida pública ha sido marginal. El derecho de las mujeres a votar y ser electas a nivel municipal se reconoció en el año de 1947; sin embargo, recientemente en Oaxaca, la participación política de las mujeres en algunos municipios era escasa o nula. En 2014 existían 77 municipios en Oaxaca donde a las mujeres no les era permitido participar en las asambleas comunitarias o bien, en el caso de los municipios que se rigen por partidos políticos, había obstáculos importantes para que pudieran ser candidatas, lo que restringía su derecho a participar. Dede octubre de ese año, con nuestra llegada al Consejo General, uno de nuestros objetivos ha sido evitar y eliminar cualquier tipo de discriminación por razón de sexo y/o género; así como garantizar la inclusión de las mujeres en condiciones de igualdad en la participación política en las comunidades.

            Han sido varias las acciones que ha emprendido el Ieepco para caminar hacia ese objetivo. Por un lado, en el sistema de partidos se ha buscado la igualdad a través de la aprobación de lineamientos que garanticen la paridad en la postulación de candidaturas; y el empoderamiento a través de la inclusión de las mujeres en espacios tradicionalmente negados. Por el otro, en SNI se ha buscado que en estos municipios se garantice el derecho de las mujeres de votar pero también de ser votadas en condiciones de igualdad. 

            Tanto en municipios de SNI como en partidos políticos se han realizado cursos, talleres, conferencias, foros y demás eventos relacionados con el fomento a la participación política de las mujeres en la entidad. Además se realizaron pláticas de sensibilización con las comunidades, principalmente en aquellas donde no permitían participar a las mujeres en las asambleas comunitarias. En este sentido, consideramos que la inclusión de mujeres no debe ser entendida por nuestros pueblos y comunidades como una imposición de una autoridad o de una ley, sino como una acción que los fortalece.

            En este mismo tenor, el Consejo General del IEEPCO calificó como no válidas aquellas asambleas comunitarias donde no se permitió la participación de mujeres al votar y ser electas, el argumento usado por mucho tiempo respecto de que las mujeres no querían participar ha sido combatido por la institución con consultas a las propias mujeres, visitas a las comunidades y mesas de negociación. Así, todos los cabildos en Oaxaca cuya elección fue validada por el instituto local cuentan con al menos una mujer concejal.      

            Otra medida importante ha sido la de utilizar los medios de comunicación para promover valores democráticos y el respeto a la participación política de las mujeres en las comunidades. A través de campañas, las cuales son creadas en español y en lenguas indígenas, se transmiten mensajes sobre lo relevante que es que las mujeres puedan votar y también representarnos. La radio y la televisión siguen siendo las dos principales formas de comunicación en el estado y hemos ocupado estos espacios, además de las redes sociales, para combatir estereotipos de género.

            Con todo ello, los resultados son evidentes y los cambios más trascendentes son a nivel municipal. En 2013, eran sólo 16 las mujeres que desempeñaban el cargo de presidentas municipales, ocho por partidos políticos y ocho por SNI; para 2016 ese número creció a 58, 38 mujeres fueron electas como presidentas municipales por partidos políticos y 20 más por sistemas normativos. Además, en el regimen de SIN en 2013 había 2 síndicas y 92 regidoras. Para 2016 el número de mujeres aumentó a 18 síndicas y 565 regidoras. A la fecha, en el total, hoy tenemos una representación popular 10 veces superior de las mujeres en puestos públicos que la que había hace cuatro años.

            Por acciones como las que se describen y los resultados alcanzados, el Ieepco se hizo merecedor de este reconocimiento a nivel iberoamericano. Sabemos que aún es mucho el trabajo que debemos realizar para garantizar el derecho humano de las mujeres a votar y ser electas, pero con acciones concretas como las descritas vemos avances cuantificables en este tema.

            En hora buena por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, al equipo de trabajo que todos los días propone y pone su esfuerzo para mejorar la representación de las mujeres. Nuestra agenda ha sido clara desde el año 2014: nadie en Oaxaca debe ser excluido o excluida de la esfera pública, porque es un lugar que nos pertenece a todas y todos, porque sin mujeres no hay democracia. Sigamos entonces emprendiendo acciones desde lo local que sin duda impactan de manera positiva en nuestra convivencia. Porque con ello tendremos una mejor sociedad, un mejor país, y por supuesto un mejor Oaxaca.