Oaxaca de Juárez, Oax.

Artículos de Opinión

Respetar la autonomía de las comunidades indígenas

‹ 18 / 08 / 2015 ›

Gustavo Meixueiro Nájera 
Consejero Presidente del IEEPCO 
Twitter: @gmeixueiro

 

Respetar décadas de una lucha para el reconocimiento de sus derechos. El pasado lunes, en el marco de Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) tuvo el honor de contar con representantes de tres comunidades indígenas, quienes compartieron vivencias sobre cómo se organizan, discuten y acuerdan en estos espacios la elección democrática de sus autoridades. La experiencia fue por demás enriquecedora.

Escuchar cómo se convoca a las asambleas comunitarias, cómo acuerdan la forma en que elegirán a las autoridades de sus comunidades (Voto por lista, en pizarrón, por filas, jerarquías, a mano alzada, aplausos, urnas, aclamación entre otros), la decisión sobre el día en que se reunirán, la permanencia en el cargo, la solemnidad de la elección, así como el trabajo previo que tuvo que hacer cada uno  de ellos y ellas antes de poder acceder a un cargo público, nos hizo reflexionar sobre las otras formas de organización política que existen en el país; formas que fueron elegidas por estas comunidades para ser representadas, que funcionan y que deben ser respetadas por las instituciones del Estado mexicano.

Permitir la autoderminación de las comunidades indígenas no es una especie de “asistencia” que se les ofrece o concede, es una obligación de las instituciones. En la Constitución Política se reconoce el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación. Tratados internacionales signados por México también representan grandes avances en el tema y durante más de 20 años la ley local ha permitido que Oaxaca tenga una legislación de avanzada respecto a la protección de los derechos de las comunidades.

Cualquier acción que vaya en contra no sólo atenta con lo establecido en la legislación federal y los tratados internacionales, sino que contraviene los avances que se han logrado progresivamente en Oaxaca al reconocer los derechos políticos de las comunidades indígenas. Aún más, va en contra de las demandas de autodeterminación que las comunidades indígenas han defendido desde siempre.

Es así que todas las instituciones democráticas del Estado debemos de ser cautelosas en nuestro actuar y cualquier cambio que se realice en la legislación local debe ser para fortalecer el respeto a los derechos y autonomía de las comunidades indígenas y de los ciudadanos y ciudadanas que en ellas habitan. No tiene sentido ir en otra dirección.

Cualquier intención que busque sustituir o disminuir las atribuciones de las asambleas generales de las comunidades atenta contra la Constitución, las leyes federales y los tratados internacionales y, vulnera la autonomía de los pueblos indígenas para decidir, con base en sus sistemas normativos internos, la elección de sus autoridades municipales. Cualquier plan que exista en este sentido generará el rechazo de las comunidades y pueblos indígenas, así como de la opinión pública nacional e internacional.

En mi participación en el evento al que me referí al principio de este texto hice énfasis en señalar lo grave que puede llegar a ser intentar sustituir o disminuir las atribuciones de las asambleas generales de las comunidades, ya que lastimaría la convivencia dentro de los pueblos indígenas. Aprovecho este espacio para reiterar mi postura y hacer un llamado respetuoso para que todas las instituciones nos unamos en un mismo fin: el fortalecer la autodeterminación de los pueblos indígenas, hacerlo no sólo en el discurso sino en el marco jurídico.

En el mismo sentido, que partes de este organismo autónomo fueran designadas desde otra instancia vulneraría la autonomía del Instituto Electoral y socavaría los principios democráticos de la reforma constitucional de 2014 y de todas las transformaciones que han venido construyendo la democracia en el País. Pero aún más, esta afectación a la autonomía del instituto lastimaría al régimen de sistemas normativos internos y se convertiría en un doble golpe en contra del fortalecimiento del mecanismo de elección de autoridades del que los oaxaqueños y oaxaqueñas nos sentimos orgullosos de su construcción y consolidación en las últimas décadas: el régimen electoral de sistemas normativos indígenas.

Por ello, hago un llamado respetuoso para que todas las instituciones nos unamos en un mismo sentido, el fortalecer la autodeterminación de los pueblos indígenas. Los derechos de los pueblos indígenas y la comunidad afromexicana no deben estar sujetos al capricho o a intereses externos a las comunidades. La legislación y las instituciones deben avanzar en el marco de protección de los derechos indígenas.

Uno de los principios que deben regir a las instituciones del Estado es el de procurar reducir las brechas entre la población, que todos y todas gocemos de los mismos derechos y oportunidades. Las comunidades indígenas desafortunadamente han tenido una historia de exclusión y discriminación, lo cual se ha traducido en condiciones de desigualdad social y política. La nueva legislación debe representar un avance en el tema, vigilar que los derechos de dichas comunidades sean reconocidos, pero además, terminar con la idea de que el Estado mexicano, a través de cualquier mecanismo, debe influir en las decisiones que toman como pueblos organizados.

Las comunidades y pueblos indígenas tienen y han tenido desde hace muchos años instituciones, procedimientos y normas que permiten la convivencia social, las cuales deben ser reconocidas por el Estado mexicano en términos de igualdad. Nuestro papel es el de dotar de recursos e instancias para poder revisar que estos procedimientos se lleven a cabo respetando el derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas, pero no debemos tratar de influir en estas prácticas las cuales funcionan como cohesión social.    

En el contexto de la eventual nueva legislación que se aprobará en Oaxaca en materia electoral indígena tenemos la oportunidad de continuar siendo un estado con un marco jurídico de reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas de avanzada y que marca camino no sólo a otras entidades, sino que también es un ejemplo internacional. Mostremos que uno de los mayores orgullos de Oaxaca es su diversidad cultural y el compromiso que los Oaxaqueños y Oaxaqueñas tienen con sus comunidades.