Oaxaca de Juárez, Oax.

Artículos de Opinión

Las campañas políticas y la democracia

‹ 18 / 03 / 2018 ›

Gustavo Meixueiro Nájera
Consejero Presidente del IEEPCO

Twitter: @gmeixueiro

Las campañas electorales representan la oportunidad para que las y los candidatos convenzan al electorado de que son la mejor opción para representarlos; sin embargo, también han sido usadas con fines distintos. En este espacio me gustaría recordar el propósito de las campañas, el modelo de comunicación que actualmente impera en el país y analizar uno de los fenómenos de la comunicación política que ha estado presente en las elecciones no sólo de México sino en otros países, las campañas negativas y el impacto que éstas pueden tener en el sistema democrático.

            Un primer elemento que debemos destacar es que la ley electoral local regula diferentes aspectos de las campañas políticas, por ejemplo: los gastos y duración de las mismas. En Oaxaca, las y los aspirantes a los cargos de diputaciones locales tendrán del 19 de mayo al 27 de junio para dar a conocer sus propuestas y realizar actos de proselitismo; en el caso de las concejalías el periodo de campaña comprende del 29 de mayo al 27 de junio. En aras de cuidar la equidad en la contienda, las y los candidatos no podrán gastar más recursos que los que fueron autorizados por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO).

            Otro aspecto que regula le ley es establecer límites a la propaganda política y electoral al señalar que ésta no debe contener expresiones que constituyan violencia política en razón de género ni que calumnien a las personas, ya que generar contenidos de este tipo iría en contra del propio sistema democrático. Las campañas políticas recordemos tienen el objetivo de ser una herramienta para dar a conocer a la ciudadanía los programas de trabajo, posiciones ideológicas, propuestas y posturas de las y los candidatos para resultar electos de entre el abanico de posibilidades que se presentan.  

           

            Algunas de las críticas que se han hecho a las campañas políticas es que carecen de contenido; generan expectativas que muchas veces no se cumplen y son utilizadas más para atacar de manera personal a los contrincantes que para proponer soluciones a los grandes problemas que debemos resolver; para contrarrestar estas opiniones es indispensable que las y los candidatos aprovechen de manera adecuada los espacios que tienen en los medios de comunicación, los cuales, de acuerdo con el modelo de comunicación vigente en el país, son designados por las autoridad electoral nacional.

            También es importante señalar que la forma en la que se dan a conocer las propuestas durante las campañas políticas está cambiando; si bien históricamente la televisión había sido el medio de información más usado por la ciudadanía para estar enterado del proceso electoral, hoy en día contamos con diferentes canales para lograr que los mensajes políticos lleguen a un número mayor de electores en corto tiempo. Las redes sociales por ejemplo, se están convirtiendo en espacios de diálogo entre candidatas, candidatos y el electorado, una práctica que se puede llevar a cabo casi en tiempo real y que representa una opción distinta de hacer política.

            Respecto de las campañas negativas, es relevante que quienes aspiran a obtener un cargo público así como sus estrategas políticos tomen en consideración que este tipo de campañas promueven la polarización de las sociedades; descalificar al rival hasta llegar al punto de la intolerancia es un efecto no deseado no sólo en una contienda, si en el propio sistema democrático, tener una sociedad polarizada deja importantes secuelas. Si bien las campañas políticas tienen un periodo de vida y culminan con un ganador o ganadora de la contienda, las consecuencias sociales de éste tipo de contenidos pueden permanecer por largo tiempo en la población.

            Siempre será mejor para nuestro sistema democrático tener campañas propositivas que intenten convencer al electorado con ideas y programas de trabajo, que aquellas cuyo impacto negativo puede ir más allá del proceso electoral y que daña de manera importante nuestra democracia, un sistema que nos ha costado mucho construir a todas y todos.

            En este proceso electoral la invitación a los actores políticos es que las y los candidatos respetan la regulación que rige las campañas eletorales; que salgan a las calles a convencer a la ciudadanía a través de ideas innovadoras y propuestas de política pública que busquen atender y resolver la problemática social. La invitación al electorado es para informarse de las distintas opciones y propuestas que harán las y los candidatos. Así, las campañas políticas que están por venir pueden ser una nueva oportunidad para restablecer el tejido social de la entidad. Así, con propuestas inteligentes para resolver la problemática social, y con un electorado mejor informado que acuda a las urnas, podremos tener una mejor democracia, una mejor sociedad, un mejor país, y por supuesto un mejor Oaxaca.