Oaxaca de Juárez, Oax.

Artículos de Opinión

Alternancia y competitividad en Oaxaca

‹ 15 / 08 / 2018 ›

 

Gustavo Meixueiro Nájera

Consejero Presidente del IEEPCO

Twitter: @gmeixueiro

En las pasadas elecciones miles de oaxaqueñas y oaxaqueños acudieron a las urnas para participar en la primera elección concurrente en el estado, lo que implica que el mismo día pudimos votar tanto por cargos federales como por los locales. Los procesos electorales cobran relevancia no sólo en la fecha de la elección, sino que además representan un campo de estudio útil para analizar las propias dinámicas sociales. En este sentido, me gustaría aprovechar este espacio para iniciar un diálogo que parte del análisis de variables para explicar los procesos electorales desde lo local, la pregunta central que esta serie de artículos intentará contestar es ¿qué pasó en Oaxaca el 1ro. de julio de 2018?

                  En esta ocasión abordaré dos temas: alternancia y competitividad en Oaxaca en el proceso electoral 2017-2018. Sobre el primero debo precisar que la alternancia no es una condición suficiente ni necesaria para la democracia, sin embargo, en nuestro país ha sido un signo de la salud del sistema electoral. En México la gradual apertura democrática traducida en el fortalecimiento de más partidos políticos, la apuesta por instituciones electorales autónomas y la creación de leyes que generan escenarios con reglas equitativas para todos los competidores, fue clave para que en el año de 1989 se diera la primera gubernatura de alternancia a partir de entonces más gobiernos locales se han sumado a la lista y 11 años después llegaría el cambio de partido en el ejecutivo federal.

                  En las pasadas elecciones de julio vivimos la mayor alternancia en el país, pues la mayoría de los cargos en disputa fueron ganados por un partido distinto al que ejercía el gobierno, Oaxaca no fue la excepción. De acuerdo con datos de los cómputos distritales y municipales, 146 municipios lo que representa el 96% del total de los que celebraron elecciones, tuvieron alternancia, mientras que cinco el equivalente a 4% eligieron al mismo partido que se encontraba en el gobierno.

                  Es importante no perder de vista que, para realizar análisis electorales comparativos, se requiere estudiar lo que ocurre en más de una elección, y con ello en consideración, resulta trascendental continuar revisando los resultados de las siguientes elecciones en nuestro estado. Si bien la alternancia no es un indicativo puro de que un municipio o distrito es más o menos democrático, sí es una señal de que hay condiciones para que la ciudadanía elija dentro de diversas opciones políticas al que considere más adecuado, algo necesario para su buen funcionamiento.

                  El segundo tema tiene implicaciones similares a la alternancia, me refiero a la competitividad otra variable importante para entender una democracia. En nuestro país existe un “piso parejo” entre las y los contendientes en cuanto al número de días en que pueden hacer campañas, equidad en los recursos económicos designados y espacios en la radio y televisión que son pautados por el INE, entre otros. Sin embargo, aun teniendo las mismas condiciones, los márgenes de votación entre el primer y el segundo lugar pueden ser muy estrechos o amplios dependiendo de factores como la identidad partidista, la preferencia por contendientes y partidos políticos, o la movilización partidista.

De nueva cuenta utilizando datos de los cómputos distritales y municipales de este proceso podemos ver que en siete municipios de Oaxaca de los 151 que celebraron comicios hubo una reñida contienda. La diferencia entre el primer y el segundo lugar fue menor al 1%. Llaman la atención dos municipios al encontrarse en los extremos, Cuilapam de Guerrero cuya brecha entre el ganador y el segundo lugar fue de apenas 0.02% y Cosolapa, donde la diferencia de votos entre el primer lugar y el segundo fue de 41.6%.

Los resultados antes descritos demuestran con datos duros que el sistema electoral en nuestro estado es cada vez más competitivo y que es la ciudadanía es quien tiene la última palabra en cuanto a quién será el próximo gobierno, así funciona el sistema democrático. Para concluir me gustaría precisar que estoy convencido de que para construir ciudadanía es importante que el análisis electoral permee no sólo en la academia, en órganos electorales o entre especialistas en el tema.

Lo electoral debe ser de interés de las y los ciudadanos de a pie, que se involucren en los asuntos públicos; se informen; conozcan la nueva conformación de los gobiernos y exijan cuentas, porque sólo de esta manera podremos aspirar a tener mejores gobiernos. Es un compromiso que el IEEPCO ponga a disposición de la ciudadanía información relevante, veraz y oportuna que ayuda a comprendernos mejor. Porque con ello estaremos contribuyendo a tener una mejor sociedad, un mejor país, y por supuesto un mejor Oaxaca.