Oaxaca de Juárez, Oax.

Artículos de Opinión

¿Hacia dónde transita la democracia en América Latina

‹ 21 / 10 / 2018 ›

Gustavo Meixueiro Nájera
Consejero Presidente del IEEPCO

Twitter: @gmeixueiro

Recientemente tuvo lugar el Seminario Internacional: Las Reformas Políticas a la Representación en América Latina. Este esfuerzo realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y la Organización de los Estados Americanos (OEA) reunió a más de cien ponentes de diferentes países en la región.

            La experiencia fue sin duda enriquecedora pues pudimos dialogar sobre el estatus de nuestras democracias e identificar algunos de los avances y retrocesos registrados en los procesos electorales de cada país. Escuchar las ponencias de expertas y expertos de Colombia, Paraguay, Costa Rica, Perú, Argentina, Chile, Brasil y por supuesto México, fue muy importante, y por ello me gustaría mencionar brevemente algunas reflexiones que me parecieron fundamentales.       

            Una coincidencia es que todas y todos estamos buscando desde distintos ámbitos estrategias para tener mejores democracias. Ya sea desde lo electoral, lo académico, la observación electoral o la sociedad civil; ha quedado atrás esta idea de que contar con partidos políticos competitivos, árbitros electorales autónomos, elecciones periódicas e instalar casillas, era suficiente para tener un sistema representativo. Parece ser que en América Latina, cuando creemos haber resulto algunos de los problemas fundamentales de nuestro sistema de gobierno, surgen otros que nos hacen repensar el sistema político, electoral y social de nuestras naciones.

            Los países latinoamericanos han avanzado sin duda alguna hacia sistemas democráticos. Después de tener gobiernos autoritarios, dictaduras y nula competencia política, cada país transitó por un proceso social y político que permitió dejar atrás esos tiempos en los que se conocía con certeza y de manera anticipada quién sería el ganador de una contienda. Mediante pactos sociales, formación de instituciones y reformas a las leyes electorales se fueron abriendo espacios para que la democracia prevaleciera. Sin embargo, ahora son otros retos los que enfrentamos.

Menciono en este artículo algunas de las problemáticas que se dieron a conocer, las cuales se repiten en la región. La primera tiene que ver con el funcionamiento de los partidos políticos. Los partidos son instituciones indispensables para la democracia, pues a través de ellos se canalizan las diferentes demandas sociales, ideologías y se da cuerpo a la representación; sin embargo, es evidente que debe haber una transformación de estos para que cumplan los fines para los que fueron creados. No es que la consigna sea desaparecer a los partidos, sino más bien la apuesta debe ir en el sentido de transformarlos en instituciones democráticas, y eso, sin duda, pasa por sus liderazgos.

Otro tema tiene que ver con el costo de la democracia. Hay que hacer análisis cuidadosos sobre dónde se están ejerciendo dichos recursos, los cuales deben ser diferenciados entre el dinero que se otorga a los partidos para su funcionamiento y el que es destinado a las instituciones para la realización periódica de las elecciones y para incentivar la participación ciudadana y el fomento de los valores democráticos.

Un tercer tema tiene que ver con la violencia y la incursión de grupos delictivos en la política. La experiencia de Colombia da cuenta de lo grave de este asunto y en México debemos de estar atentos a ello. En este sentido la observación electoral es fundamental para denunciar partidos o candidaturas inmersas en ambitos que se encuentran fuera de la legalidad. La experiencia compartida por las misiones internacionales de observación electoral dieron cuenta de ello y de lo importante que es que la ciudadanía se involucre para conservar de mejor manera un sistema que nos ha costado mucho construir como sociedad.

Finalmente, Dalia Ferreira de Transparencia Internacional puso un punto muy relevante en la discusión: el uso de las redes sociales y el cuidado de los datos personales para que no sean mal utilizados para intentar influenciar a la ciudadanía. “Estamos viviendo un fenómeno de democracia y algoritmos” refirió al explicar que es cada vez es mayor el intento por influir en la ciudadanía a través de estos medios y ello muchas veces va acompañado por noticias falsas e información que desacredita a las instituciones; este es un tema que sin duda debemos también discutir y analizar.

No omito manifestar mi reconocimiento a los organizadores de este seminario por hacer posible la creación y funcionamiento de redes de profesionales cuyo objetivo es el intercambio de información académica desde diferentes latitudes. Son necesarios más espacios así donde discutamos qué hacer para fortalecer nuestras democracias. Porque con ello podremos tener una mejor sociedad, un mejor país y por supesto un mejor Oaxaca.