Las mujeres en los Sistemas Normativos Indígenas
‹ 16 / 10 / 2016 ›
Gustavo Meixueiro Nájera
Consejero Presidente del IEEPCO
Twitter: @gmeixueiro
Este próximo 17 de octubre se cumplirán 63 años de que se permitió el voto de las mujeres en el país; 30 años después de que se estableciera el derecho de las mujeres a votar y ser votadas en Yucatán. Así, podríamos referir que la larga lucha para reconocer este derecho político encuentra sus inicios en el siglo XVIII en Inglaterra y posteriormente en Francia. En el marco de esta conmemoración, es válido reflexionar qué sucede con el voto de las mujeres en los municipios que se rigen por usos y costumbres en la entidad.
Hace algunas semanas, concretamente el pasado 20 de septiembre, se vivió en el municipio de Guevea de Humboldt, Oaxaca, un hecho histórico: las mujeres participaron en la elección de sus autoridades municipales, derecho que hasta ahora no habían podido ejercer. Este caso no es único, hay otros municipios en el estado donde de manera gradual se avanza en el reconocimiento del derecho de las mujeres a participar en los cargos públicos.
Lograr que los municipios que se rigen por Sistemas Normativos Indígenas permitan que las mujeres ejerzan el derecho al voto, es una tarea que implica mucho trabajo con la comunidades. No sólo de las instituciones electorales como el IEEPCO, quien es el encargado de calificar como legalmente validas o no las asambleas, sino de todas las instituciones del estado.
El mayor trabajo tiene que ver con la aceptación de las comunidades de que la participación de las mujeres es algo fundamental. La participación política de las mujeres debe ser promovida de manera firme por parte de las instituciones; sin embargo, es necesario se explique a las comunidades la motivación de estos cambios.
El trabajo de sensibilización en los municipios donde históricamente no votan ni son votadas mujeres se hace con el objetivo de que sea la comunidad la que acepte como algo positivo dicha participación, y no se entienda como una imposición del órgano local electoral o de los tribunales electorales. No hacerlo de esa forma puede derivar en la ruptura de la dinámica comunitaria y suscitar eventos de violencia y segregación.
En estos meses, 417 municipios que se rigen por sistemas normativos internos han elegido o elegirán a sus autoridades y el exhorto que el IEEPCO ha hecho en todos ellos ha sido reiterar que se debe garantizar el derecho que tienen las mujeres a participar en condiciones de igualdad dentro de las asambleas comunitarias; que se debe respetar su derecho a votar y a ser votadas.
Es importante decir que existen avances que hay que reconocer. Por ejemplo, a solicitud de los propios presidentes municipales se han impartido talleres sobre las participación de las mujeres en algunas comunidades Ayuntamientos.. Además, casos como en las Asambleas realizadas en los municipios de San Vicente Lachixío y en Santiago Lolapa por primera vez las mujeres pudieron votar.
Durante este año, observamos que en gran mayoría de las comunidades se ha hecho una labor por incluir a las mujeres en las asambleas y han sido electas como integrantes de los cabildos o como el caso del municipio de Santiago Nundiche donde una mujer ejercerá el cargo de Presidenta Municipal. De las elecciones hasta ahora calificadas, se observa un incremento en la participación de mujeres en asambleas y en el número de electas para el cargo de presidentas o regidoras; esto indica un avance en el reconocimiento de las mismas comunidades en la participación política de las mujeres.
Es importante mencionar que en los casos donde las comunidades no han incluido mujeres en las asambleas ni han permitido que voten y sean votadas, el IEEPCO las ha declarado como no válidas y los ha exhortado a que apliquen, respeten y vigilen la perspectiva de género, en la renovación de sus autoridades municipales, explicándoles que así se da cumplimiento a lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados internacionales.
Oaxaca es un estado donde el avance en la inclusión de mujeres en política se ha dado de forma gradual, donde el IEEPCO y otras instituciones han realizado una tarea importante de sensibilización en aquellas regiones donde tradicionalmente no se permite la participación de mujeres. Sabemos que es una ardua labor, que modificar formas de pensamiento es una tarea que lleva tiempo y que este trabajo debe ser acompañado por programas de educación que permitan modificar aquellas concepciones que impiden la participación de mujeres en igualdad de condiciones.
Al igual que en el sistema de partidos políticos, los sistemas normativos indígenas deben procurar la representación de todas y todos los miembros de la comunidad; porque en el tema de la participación de mujeres en el ámbito público y político no debemos dar marcha atrás.